Picaduras de chinches

En la mayoría de los casos observados, el efecto de las picaduras consiste en un abultamiento rojizo en la piel aunque también puede ser plano, normalmente acompañado de un intenso prurito. 

El enrojecimiento y abultamiento de la piel es el resultado de una reacción alérgica a los anestésicos contenidos en la saliva de la chinche, que es introducida en la sangre de la víctima. 



Las picaduras de la chinche de las camas pueden no ser distinguibles de las de los mosquitos, aunque las de las chinches suelen durar más tiempo hasta que desaparecen sus efectos.

Las picaduras pueden no aparecer en el mismo momento y pueden tardar hasta nueve días en aparecer sus síntomas. Las picaduras de las chinches de las camas no suelen tener en su centro un punto rojo como suele ocurrir en las de las pulgas. 

Una característica que sí es similar a las picaduras de las pulgas es que suelen aparecer alineadas. Este tipo de distribución puede ser causado porque el insecto haya sido molestado mientras se alimentaba y se sitúa a una poca distancia de donde estaba para seguir succionando la sangre del hospedero. 

También puede deberse esas alineaciones a las sucesivas picaduras del insecto hasta que encuentra una vena. Las personas reaccionan de diferentes formas a estas chinches, depende de muchos factores como puede ser el tipo de piel de la víctima, el ambiente y el tipo de chinche, generalmente las mujeres son más sensibles que los hombres tanto a la picadura como a una reacción alérgica. 



En casos excepcionales las reacciones alérgicas a las picaduras producen náusea y malestar. En un gran número de casos, estimado en un 50% de todas las personas, no hay ningún tipo de síntoma visible de las picaduras, lo cual dificulta la identificación y eliminación de esta plaga.

Habitualmente, las personas responden a las picaduras de estas chinches con ansiedad, estrés e insomnio.Algunas personas también pueden desarrollar infecciones en la piel por rascarse las picaduras.

La mayoría de los pacientes cuyas picaduras son tratadas con corticoesteroides para intentar rebajar el prurito y la quemazón no experimentan mejoras significativas en los síntomas. 

Los antihistamínicos reducen el prurito en algunos casos, pero no afectan a la apariencia y duración de las lesiones. La aplicación tópica de corticoesteroides tal como la hidrocortisona, parece reducir las lesiones producidas por las picaduras y disminuir el prurito.



Varios pacientes también ven disminuido el prurito y la inflamación con la aplicación de agua caliente en la zona de la picadura.

El agua debe estar alrededor de los 50 °C ya que si no está lo suficientemente caliente puede agravar los síntomas. Tampoco debe calentarse en exceso el agua, ya que puede provocar quemaduras. También puede aplicarse el agua caliente con algún paño, incluso se puede calentar la zona con un secador de pelo. 

Hay desacuerdos sobre qué es lo que causa que los síntomas disminuyan con el calor. Algunas hipótesis dicen que el calor satura los nervios que transmiten el prurito y no transmiten la señal al cerebro; otras, que el calor degrada los productos químicos que causan la inflamación; y otras, que el calor desencadena una gran liberación de histamina, lo cual hace que luego se produzca un déficit de esta sustancia en la zona calentada.