Aparentemente, las chinches de las camas tienen todos los requisitos necesarios para ser capaces de transmitir enfermedades de un huésped a otro, pero no se conocen casos confirmados en que estas chinches hayan actuado como vectores.
Se conocen al menos veintisiete patógenos (aunque hay autores que los estiman en cuarenta y uno) que son capaces de vivir en el interior del cuerpo de Cimex lectularius o en su aparato bucal.
Se han realizado multitud de pruebas en laboratorio que han concluido en que estas chinches parecen no traspasar enfermedades de una persona a otra.
Por tanto, las chinches de las camas son menos peligrosas que otros insectos comunes como las pulgas. Sin embargo, la transmisión de la enfermedad de Chagas o hepatitis B se puede producir si se dan las condiciones adecuadas, cómo el que exista una o más personas viviendo en la misma zona cerca padeciendo estos males.